El mundo de los NFTs — UL
Hace 1 año, durante los inicios del 2021, si alguien me llega a explicar el cambio que causarían los NFTs en la industria y el nivel de evangelización que conseguirían en tan poco tiempo, seguramente habría dudado. Un año más tarde me doy cuenta que en sus inicios claramente infravaloré el potencial de poder poseer activos digitales únicos en una blockchain, completamente trazables, transferibles y verificables.
Estos dos gráficos nos lo dejan claro, la cantidad de personas involucradas en el ecosistema de los NFTs y el volumen que ha movido este se ha disparado. Algunos quizá siguen pensando que no son más que imágenes, pero realmente estamos delante de las primeras colecciones únicas en versión digital, y esto tiene mucho valor. Sin ir más lejos, Opensea, el marketplace de NFTs más importante actualmente, pasó de tener una facturación de aproximadamente unos 100 millones en 2020, para convertirse en más 15.000 millones en 2021.
Si seguimos analizando, el auge de los NFTs también se ve reflejado en el aumento de las comisiones de la red de Ethereum. De hecho, este 2021 los NFTs han ocupado más espacio en la red pública de Ethereum que las operaciones DeFi o Finanzas Descentralizadas.
Sin ninguna duda, los NFTs han cambiado esta industria para siempre. Y como muestra el mercado, poder ser propietario de algo en un mundo virtual tiene valor, y es algo que seguirá creciendo junto con la adopción de las criptomonedas.
FUTURO DE LOS NFTs
Ahora bien, este auge principalmente ha venido por el desarrollo de proyectos coleccionables, donde se han tratado los NFTs principalmente como obras de arte estáticas. Y aunque esta aplicación tiene todo el sentido del mundo, el potencial de los NFTs va mucho más allá.
Seguramente la tendencia para estos activos es pasar de ser “estáticos” a activos más “dinámicos”, más interactivos, con utilidades o con la posibilidad de generar rendimientos a través de ellos. Sin ir más lejos los terrenos virtuales en Decentraland o Sandbox podrían alquilarse para poder ceder el espacio a otro usuario o empresa, para que este desarrolle alguna aplicación y pueda generar un retorno de inversión. Este dinamismo tendrá un gran efecto en la forma como experimentamos y nos relacionamos con este nuevo mundo digital. Un ejemplo es el sector gaming, donde ya estamos pudiendo ver posibles resultados solo con analizar Axie Infinity. Un juego que en solo unos años de estar disponible al público está generando alrededor de 5.000 millones vendiendo NFTs internos al juego, y donde su popularidad ha sido tan alta que en algunos países con Indonesia el utility token del juego (SLP) se puede usar para pagar un taxi, ¡increíble!
En definitiva los NFTs son un derecho de propiedad sobre un activo digital, y la clara tendencia que estamos viendo es que la posibilidad de poder ser el propietario de un activo digital está disparando el volumen transaccionado en internet. A día de hoy, el gasto offline, para productos físicos, es claramente superior al gasto online. Esto podría cambiar en los próximos años, hasta el punto que el gasto online alcance al offline, lo que significa que como sociedad empezamos a dar el mismo valor a los activos físicos que los activos digitales, o incluso más.
NFT como Activo Digital Único
Una de las aplicaciones que más me ha interesado desde el primer momento que empecé a entender los NFTs y me involucré en el ecosistema, fue la posibilidad de usar estos activos para fortalecer y conectar comunidades de una forma nunca vista. De alguna manera tokenizar aquello que todos valoramos, aunque no tenga ningúna forma física que podamos poseer, tradear o incluso especular.
Pongamos como ejemplo un momento histórico. A día de hoy las historias son solo recuerdos, emociones compartidas entre personas. Algunas de ellas tan importantes que incluso han llegado a cambiar la forma en que vivimos o las creencias que tenemos sobre nosotros mismos a nivel individual pero también a nivel colectivo. A día de hoy, un evento de este calibre se disfruta y después queda en el olvido, en forma de recuerdos mantenidos vivos por la emoción que causa en las personas.
¿Y si esto cambiase?, ¿y si a partir de ahora cada momento histórico pudiese vivir como activo en un mundo virtual protegido con criptografía a través de un NFT? Las historias son una de las cosas más potentes e influyentes en nuestras vidas y creencias. De alguna forma nos hacen ser quienes somos, y si mis NFTs muestran al mundo una parte de mí, ¿tendría sentido poder tener en propiedad una versión digital de un momento? Ya sea un momento histórico, o los recorridos de personas en particular que todos admiramos.
Esta reflexión no se queda aquí, así que estad atentos a los próximos posts! Sin duda la idea de ser el propietario de un activo que representa una historia, un recuerdo, un legado… algo a lo que todos tenemos emociones ancladas, puede ser un antes y un después. Y si estos momentos inmortalizados en NFTs no solo pudieran ser adquiridos por fans y coleccionistas sino que además te dieran acceso a grandes beneficios, descuentos en distintos negocios y eventos, y te permitieran incluso conocer a tus ídolos, sería incluso mejor. De hecho sería increíble, un sueño. Aunque a veces, afortunadamente, los sueños se vuelven realidad…
